El sueldo: $ 570 mil; el trabajo: salvavidas. Pago de entrenador: $ 570 mil; el servicio: convertirse en la mejor triatleta del mundo; premio: escuchar el himno nacional arriba de un podio y a miles de kilómetros de casa. Costo del proyecto anual: $ 25 millones; aprobación actual del mismo: 0 pesos.
Bárbara Riveros llegó el sábado a un punto en que ya no tiene que demostrar nada más. No es que se haya cansado de hacerlo, lo que sucede es que, simplemente, ganó una copa del mundo en Sydney, derrotando en un infartante sprint final a una medallista olímpica y a la número uno del ranking mundial de 2009. No hay que leerlo entre líneas: la chilena de 22 años es promesa hecha para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Ruta con piedras
Hace cuatro años tomó la determinación que está marcando su vida. Decidió congelar sus estudios de Nutrición en la Universidad de Chile para apostar por una carrera profesional, en Australia. Y se fue nomás, pese a las dudas de la familia.
Con una altura de 1,57 metro y apenas 47 kilos, se consiguió un trabajo en una piscina, de salvavidas. ¿Cómo alguien tan pequeño puede sacar a un tipo de 1,80 metro y de 100 kilos? Ella pudo. Hoy cuenta con su licencia, la que debe renovar cada tres meses.
Con los poco menos de 600 mil pesos que obtiene por su trabajo le paga a su técnico. ¿Y qué come? ¿cómo vive? El Estado le otorga desde 2008 un total de 500 mil pesos, los que destina exclusivamente para el alojamiento y la alimentación. Dinero para darse un gusto, casi nada.
Viaja por el mundo sola. Por tanto, le toca sufrir en carne propia el traslado de sus herramientas de competencia. Y sucede que la bicicleta, la mochila y la ropa pesan más que ella... A veces no hay dinero para gastos extras. Por eso, se ha visto en la obligación de dejar varias prendas cuando le cobran sobre equipaje.
"Ella no se queja. La clave de todo es que tiene una gran actitud y es muy profesional", comenta su padre, Agustín, quien se gastó lo que no tenía para darle en el gusto a su hija.
En Australia la quieren, pero cuando vieron sus progresos repararon en algo: el coach de la federación estaba, sin querer, potenciando a una directa rival. Y le recomendaron que se nacionalizara, pero ella no quiso. Con esta victoria, sin embargo, la oferta podría reactivarse...
Hoy no cuenta con ningún proyecto seguro. Todo se diseñó en torno a las siete fechas de las copas del mundo, pero después de Sydney no sabe si podrá ir a defender su número "1" a Europa. Recién esta semana sabrá si hay recursos para eso, una vez que se reúna con Plan ADO, que tiene en ella a su exclusiva figura femenina, tras la salida de la nadadora Kristel Köbrich. Y son 25 millones de pesos los que necesita, y que no considera premio para el bolsillo.
La vida seguirá transcurriendo tal cual para Bárbara Riveros. A ella no le llevan su mochila como sus pares australianas... Ella las carga sola.
Este es un articulo del diario La tercera.
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