Juan Aguad
Miércoles 18 de Junio de 2008
Básquetbol: La selección parece que vale un comino
Iziane Castro Marques, que juega en la WNBA y es la mejor basquetbolista de Brasil, fue devuelta desde Madrid cuando la selección de su país disputaba el paso a los Juegos Olímpicos de Beijing. La goleadora del Preolímpico de Valdivia el año pasado se negó a jugar el segundo tiempo de un partido, porque el DT la tuvo en la banca en el lapso inicial. Brasil perdió dramáticamente con Bielorrusia y estuvo a punto de no llegar a China, pero finalmente las campeonas sudamericanas clasificaron al ganar a Cuba. Ahora, Iziane se ha dedicado a enlodar al DT y a sus compañeras, lo que ha sido rechazado por la afición. Un triste final.
La disciplina es importante tanto en las acciones individuales como en las colectivas. La corrección, la limpieza de procedimientos, el cumplimiento de las obligaciones, el respeto del colectivo entre sí y con quienes los dirigen, es trascendente para tener éxito. Una manzana podrida o una salida de madre puede echar a perder el trabajo de años y contribuye al quiebre, la disociación y el fracaso.
Y tal como ha ocurrido con el fútbol, donde los sancionados por actos reñidos con la calidad de representantes del país piden ser reivindicados, primero quejándose y después acusando a quienes los marginaron, e incluso, criticando y dañando a quienes los reemplazan, en el básquetbol está pasando algo igual.
Quienes desertaron de una gira de la selección a México, sin importarles la suerte de sus compañeros y la representación que tenían, ahora al ser marginados de ésta acusan al DT y cuestionan al equipo. Los dirigentes, con su silencio, sin informar los hechos ni lo resuelto, contribuyen a un mal clima.
El juego limpio no parece ser patrimonio de los cesteros y dirigentes nacionales. Algo similar ya había ocurrido con otras selecciones, con negativas a integrarlas, con renuncias anticipadas y expulsiones.
A 15 días del inicio del Sudamericano de Puerto Montt, la selección apenas tiene 12 jugadores en condiciones. No se llama a jóvenes ansiosos de ser nominados. Y lo peor es que todos los seleccionados están jugando por sus equipos, dejando la concentración que habían iniciado el martes de la semana pasada. Estuvieron cuatro días en Osorno y regresaron a jugar partidos importantes, de vida o muerte, de la Libsur y la Dimayor Centro Sur, sin importarles eventuales lesiones. Emilio París ya sufrió un desgarro jugando por su equipo.
Lo increíble es que este fin de semana son los encuentros finales de ambos eventos para definir a quienes disputarán el título, y se ha informado que volverán a interrumpir la concentración para jugar viernes y sábado.
¿El DT y los dirigentes nacionales? Bien, gracias: no se pronuncian al respecto.
Pero lo peor, es que al día siguiente y el lunes (22 y 23) deben jugar con Brasil, Argentina y Uruguay, el "top 4", en Valparaíso para repetirlo el miércoles, jueves y viernes venideros (25, 26 y 27), en Punta Arenas. El martes siguiente (1 de julio) comienza el Sudamericano en Puerto Montt y es de esperar que no insistan en jugar el cuadrangular final de esas ligas, fijado para el 28 y 29.
La selección de Chile parece que vale un comino...
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